Antes siquiera de saber su nombre ya cautivaba con su voz. Para quienes tengan la suerte de conocer a ese excepcional conjunto de música balcánica que es la Sandy Lopičić Orkestar, es imposible no quedar atrapado por los encantos de sus voces femeninas, al principio casi anónimas. Y entre las tres cantantes que se ponen al frente de la banda, una de ellas consigue los momentos más profundos y emotivos, además de deslumbrar con una técnica exquisita que le permite moverse con comodidad entre el folklore balcánico, el jazz o la música clásica. Su nombre es Nataša Mirković, quien ha desarrollado una interesantísima carrera como solista que incluye una decena de proyectos y discos junto a destacados músicos de toda Europa.
Nacida en Zenica y criada en Sarajevo, (Bosnia) para luego radicarse en Viena (Austria) desde los años de la disgregación de la ex Yugoslavia, su voz arrastra detrás de sí la melancolía por la tierra de la infancia que ha sido abandonada a causa de la guerra. Espíritu curioso e inquieto, su talento vocal le permite afrontar desafíos tales como interpretar composiciones de Schubert en clave del folklore medieval, cantar en varios idiomas, desempeñarse como una nativa en el terreno del jazz y hasta jugar un poco con el tango.
En esta íntima charla a la distancia, Nataša nos permite conocerla mejor en su carrera, intereses, y opiniones. Descubramos entonces a una de las cantantes más atrapantes de la música europea y balcánica de la actualidad.
– La biografía de tu sitio web habla únicamente sobre tu infancia en la ex Yugoslavia, y sobre el dolor de emigrar durante la guerra. ¿Qué influencia tuvieron esos años para tu carrera musical?
– Esa es una gran influencia en mi carrera musical, porque al estar lejos de mi tierra el interés por la música de los Balcanes era mucho mayor.
– También en tu sitio, definís tu lengua como “serbocroata-bosnio”, cuando la mayoría de los croatas, serbios y bosnios se esfuerzan por encontrar diferencias entre ellos. ¿Qué pensás acerca del nacionalismo en aquellas naciones? – Bueno, la respuesta es sencilla: Cuando vivía en la ex Yugoslavia me enseñaron la lengua serbo-croata, pero a ese idioma ahora le dicen “bosnio”. Así que para mí la lengua es una sola, siempre ha sido un idioma con 3 variantes. Tal vez lo mejor es que se llamara "sureslavo", entonces quizás no habría tanta confusión (1). Yo en eso soy bastante anticuada, así que acepto que cada uno lo llame como le parezca. Pero es un tema de largo debate, en 50 años a lo mejor serán de verdad tres idiomas, pero por ahora es un poco demasiado.
– Tu último trabajo fue cantar la canción “When the Heart Dies”, que cierra la banda de sonido de la reciente película de Angelina Jolie In the Land of Blood and Honey. Por esta película Angelina recibió duras críticas por parte de los serbios, que la acusan de mostrarlos a todos como criminales, y de no comprender la guerra en los Balcanes de manera completa. Teniendo varios amigos serbios, ¿te comentaron algo sobre tu participación en la banda de sonido?
– Para ser honesta, todavía no he visto la película. Lo único que conocía sobre ella cuando grabé la canción junto a Gabriel Yared, era un breve resumen de la historia, y la última escena en la que aparece mi canción, por supuesto. Creo que Angelina ha hecho en su carrera movimientos interesantes, como esta película, y habrá a quién le guste y a quién no. Por supuesto, en este caso no es sólo una cuestión de gustos, sino también de lugar de residencia y origen del espectador. Nadie puede prohibir los comentarios sobre la película, es necesario hablar de la guerra y también es necesario hablar de reconciliación. Quienes hayan sido ofendidos por tal motivo, y quizás sin razón, ellos son los que mejor lo saben.
– Para la mayoría de nosotros te hiciste conocida gracias a tu participación en la Sandy Lopičić Orkestar. ¿Cómo fue aquella reunión de talentosos músicos en Graz, Austria? – Bueno, en Graz nos conocimos más o menos todos. Sólo que Sandy y yo éramos viejos amigos de la escuela media de música, y estudiábamos todos en Graz. Yo realmente no diría que fue una unión de talentos, sino simplemente la necesidad de hacer música juntos. La banda fue formada en principio para una representación teatral en la que todos participábamos. Y entonces empezamos a hacer conciertos ... ¡por accidente!
– ¿Cómo fue trabajar con una orquesta con músicos tan talentosos, en especial con las otras dos cantantes?
– Fue muy divertido, con todos ellos.
– Luego de dos discos con la SLO, tus siguientes proyectos fueron desde discos a capella (“Kassandra”) a alineaciones pequeñas como duetos y tríos. ¿Necesitabas esos silencios, espacios en blanco, para desarrollar tu técnica vocal?
– Los temas que suelen interesarme para cantar no pueden ser llevados a cabo fácilmente por conjuntos más grandes. Prefiero la sutileza de hacer música con pocos instrumentos.
– En ese sentido, el disco “Ajvar & Sterz” junto a Matthias Loibner aparece como una continuación de lo que habían realizado juntos en la SLO, en canciones como "Kaleš bre Andjo". ¿Cómo es cantar en dueto con un instrumento tan extraño como el hurdy-gurdy?
– Ese instrumento es muy interesante, porque tiene un espectro de sonido propio del folklore renacentista-barroco; así que me alegró poder experimentar con Matthias que, entre otras cosas, es un buen amigo y un buen músico... ¡y fue muy divertido! Cuando Matthias y yo lanzamos en noviembre de 2010 nuestro CD “Franz Schubert-Winterreise”, los amantes de este ciclo lo conocían como una pieza vocal para barítono y piano; y recién ahora veo que fuimos lo bastante valientes al hacerlo para nosotros dos. Sin embargo, disfrutamos del hecho de que cada concierto de este programa que hicimos en Europa fue muy bien recibido.
– Luego repetiste la formación de dueto junto a al bajista Nenad Vasilić en el disco Soulmotion ¿Cómo es cantar sólo con un contrabajo como soporte?
– Está muy bueno, ¡porque todo se reduce a seis cuerdas! Mis dos cuerdas vocales y las cuatro del contrabajo. Nenad Vasilić es un excelente músico con quien es un placer cantar. Por supuesto, cada concierto es un desafío, pero ése es el encanto. Como cantante puedo relajarme y apoyarme en esas únicas cuatro cuerdas. Sencillamente es un desafío.
– Pareciera que en tus últimos discos te acercás cada vez más al jazz y a la música clásica de Europa occidental, dejando atrás el folklore balcánico – Por lo general me dirijo hacia donde la música me atrape. A veces pasa también que me atrapa la gente y ahí a veces no hay mucha música, pero cuando ocurre que me cae bien la música y el músico, eso está muy bueno. No sabría decir con seguridad cual es mi rumbo en este momento, porque justo estoy trabajando en el repertorio barroco para este verano, pero también trabajo de nuevo en algunos temas folklóricos. Digamos que siempre hago lo que me resulta interesante. A lo mejor abarco demasiado, pero así funcionan las cosas conmigo siempre.
– Esa curiosidad te llevó también a acercarte al tango…
– Me empecé a interesar en el tango porque es una música folklórica única y reconocida, como el jazz (que es parte de la historia de la música popular de América), incluso en su composición. Obviamente, como la mayoría de las personas que no somos de Argentina, lo conocí a través de Ástor Piazzolla. A través de su música oigo las raíces del tango y de allí el debido respeto a los demás artistas.
– ¿Qué aspectos te atraen más del tango?
– Lo escucho como una música que es famosa por ser a la vez tradicional y flexible en su composición. Para mí el tango tiene una expresión emocional específica y fuerte, y con su notable ritmo y armonía es una de las grandes riquezas de la música del mundo. ¡Y el baile también es único! Me encanta cantar tango (conozco algunas canciones), no sé si seré muy buena, pero me gusta mucho esa música.
27/2/2012
1) NdR: elige la palabra “sureslavo” y no “yugoslavo”, que significa también “eslavos del sur”, para evitar la connotación política, y prefiere en vez la división histórica y geográfica.