Top 5

Laibach
Kaleidoscope String Quartet
Khaled, Taha, Faudel
Tonino Carotone
Ry Cooder
   
Tangos de importación

Género: Tango

Países: Bosnia, Bulgaria, Cuba, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Italia, Japón, México, Polonia, Puerto Rico, Serbia, Turquía

Regiónes: América, Europa, Asia, Medio Oriente, Balcanes

Texto y foto: Mariano García
@solesdigital

El tango es el producto cultural argentino de exportación por antonomasia.  Es la “marca país” de la música del Río de la Plata y un gran atractivo turístico para miles de extranjeros que todos los años llegan a Buenos Aires para vivirlo en carne propia. La historia del tango argentino conquistando los más recónditos rincones del planeta (desde la París de los años ’30 hasta el Japón post industrial) es bien conocida.

Lo que no siempre llega a la Argentina son las múltiples y variadas formas en que el tango ha sido apropiado, utilizado y transformado a manos de músicos extranjeros. En todas las épocas, y desde las latitudes más distantes, el dos por cuatro fue inspirando a todo tipo de compositores e intérpretes; en los más inesperados géneros y países. A continuación, un conteo (arbitrario y antojadizo, y por eso mismo permeable a sugerencias y ampliaciones) de 24 recomendables expresiones del tango hecho por extranjeros. Los tangos de importación.

27. Plácido Domingo: “Mi Buenos Aires Querido” (España, 2011)
Comenzamos por lo más nuevo, y también por lo más obvio. El reconocido tenor Plácido Domingo se presentó este año en Buenos Aires, y dejó a todos contentos con una versión ampulosa y lírica del más porteño de todos los tangos.
   
  26. Ibrahim Ferrer: “Uno”
(Cuba, 2005)

Dicen que el sueño del icónico sonero del Buena Vista Social Club era grabar un disco de boleros. Se dio el gusto en el disco póstumo “Mi sueño”, donde incluye una versión del clásico tango de Discépolo y Mores en versión romántica y cadenciosa.
   
  25. Luis Miguel: “El día que me quieras” (México, 2002)
Quizás Gardel y Le Pera estén llorando desde el cielo al escuchar esta versión, y no precisamente por la emoción. Pero hay que reconocer que Luis Miguel hizo llegar al más “bolerístico” de los tangos a latitudes y públicos que de otra manera nunca hubieran sabido de la existencia del Morocho del Abasto. Además, hacía falta un mexicano en la lista.
   
  24. Delinquent Habits: “Retorno del tres” (Estados Unidos, 2000)
La melodía tanguera más reconocible por el público internacional, “El Choclo”, sonando en un loop de trompetas mariachis por obra y gracia de una de las bandas pioneras del hip hop en español. Si bien es apenas un toque “latino” para un público usualmente obtuso (que no sorprenda que al norteamericano medio le cueste diferenciar entre el flamenco y los mariachis); se anticiparon al menos un año a la moda casi enfermiza de samplear tangos tradicionales sobre bases electrónicas. Santaolalla y Bajofondo convirtieron en oro comercial esa fórmula, pero el mérito por ser los primeros corresponde a estos chicanos del East Side de Los Angeles (de haber sido mexicanos de nacimiento, nos ahorraban el mal trago del puesto anterior).
   
  23. Gotan Project: “La revancha del tango” (Francia, 2001)
Hablando de tango electrónico… No es poco mérito que dos de los precursores de la última moda global tanguera hayan surgido de París. El DJ francés Philippe Cohen Solal y el suizo Christoph H. Müller hubieran merecido ocupar el podio de esta lista, de no ser por un pequeño detalle: el grupo se completa con el invalorable aporte del argentino radicado en París Eduardo Makaroff, bandoneonista y guitarrista que les facilita bastante la tarea a los gringos a la hora de interpretar el alma del arrabal rioplatense. Con este, su disco debut, vendieron casi un millón de copias.
   
  22. Buika: “Nostalgia” (España, 2006)
Recordada pieza del maestro Enrique Cadícamo incluida en el disco “Mi Niña Lola”, que catapultó a esta carismática cantante andaluza de raíces africanas a la fama global. Imponiendo su fuerte impronta personal, el tango adquiere formas bolerísticas y flamencas. Hoy se anima a cantarla en la calle Corrientes cada vez que visita Buenos Aires, y el público porteño bendice su particular enfoque aplaudiéndola siempre de pie.
   
  21. Louis Armstrong: “Kiss of Fire” (Estados Unidos, 1952)
Tango estadounidense que, en 1952, firmaron en letra y música Lester Alien y Robert Hill; y que no es otra cosa que un plagio flagrante a “El Choclo”, que Angel Villoldo compusiera aproximadamente en 1903. Louis Armstrong popularizó la nueva versión al llevarla al disco el 19 de marzo de 1955, para el sello Decca. Cuando la placa se reprodujo en nuestro país (Decca 333.317), la etiqueta agregó a los "autores" estadounidenses los nombres de Villoldo y los letristas Discépolo y Marambio Catán. De no ser por el tardío reconocimiento, y que el intérprete es un verdadero coloso de la música del siglo XX, este tema iría directo a la lista de causas judiciales. Pero la seductora voz de Armstrong y su trompeta nos ablandan un poco, y por eso se gana un lugar en este ranking.
   
  20. Nat King Cole: “A media luz” (Estados Unidos, 1962)
A diferencia de su colega del puesto anterior, Nat King Cole tuvo el buen tino de dar el crédito correspondiente a sus divertidas versiones de temas clásicos de la canción en español. En total fueron tres los discos que grabó en castellano: Cole Español (1958), A Mis Amigos (1959), y More Cole Español (1962). De este último se destacan una vez más “El Choclo” y –para no ser redundantes- el tango que elegimos para este conteo: “A media luz” (Donato, Lenzi). El acento gringo de Cole, imposible de disimular, hacen de estas versiones una auténtica delicia.
   
  19. Ryota Komatsu: “Verano porteño” (Japón)
Es imposible iniciar una charla sobre el tango del mundo sin que surja la pregunta “¿escuchaste alguna vez tango japonés?”. La lejanía de las antípodas geográficas y el exotismo cultural es una tentación para considerarlo algo extraordinario, pero las interpretaciones suelen ser calcos al pie de la letra de los originales. Así como el perfeccionismo japonés puede generar copias exactas de jazz o salsa, también pueden hacerlo con el tango. Pero algo siempre se rescata, y esta arriesgada versión de “Verano porteño” (Piazzolla) a cargo del bandoneonista Ryota Komatsu vale la pena escucharla hasta el final.
   
  18. Goran Bregović y Carmen Consoli: “Focu di raggia”
(Italia, 2007)

Como siempre, el serbo-bosnio Goran Bregović tomando algo de aquí y otro poco de allá para darle su toque etno-world-music a todo lo que produce; esta vez al tango. Es así como el bandoneón deja su lugar al acordeón, y sutiles arreglos de percusión acercan al tango a los Balcanes. Lo acompaña la hermosa cantante siciliana Carmen Consoli, que interpretando una letra original en el dialecto de la isla mediterránea nos recuerda algo de aquellas raíces italianas en los comienzos de la música porteña (quien lo dude, también puede recurrir a la influencia siciliana en el fileteado porteño).
   
  17. Nataša Mirković: “Farmaceutski tango”
(Bosnia, 2010)

Si ya resultaba curioso el toque balcánico de Bregović en el tema anterior, la excepcional vocalista bosnia Nataša Mirković redobla la apuesta y se anima con un tango propio, cantando al comienzo en alemán y luego en su lengua materna, dos idiomas mucho más difíciles para la milonga que los de raíz latina. El resultado es esta simpática y breve pieza, que retoma el clásico tópico de ahogar las penas pero no en alcohol, sino en todo lo que pueda encontrarse en una farmacia. La acongojada Nataša entra buscando algún ungüento que pueda curarle sus problemas, y termina llevándose todo lo tiene a mano. Casi un tango reo, irónico y con refinados toques de violín y acordeón.
   
 

16. Golec uOrkiestra – “Góralskie Tango” (Polonia, 2009)
Más adelante veremos que la pasión de los polacos por el tango es de larga data, y excelente calidad. Por ahora, sorprende que en el verano polaco 2009 el éxito pop de todas las radios y programas de televisión fuera este pegadizo tango pop a cargo de los buenos de la Golec uOrkiestra. No se necesita hablar ni español ni polaco para terminar de pie cantando el estribillo de este Góralskie Tango.

   
  15. Adriano Celentano: “Grazie, Prego, Scusi” (Italia, 1693)
Puede que en este tema el tango sea apenas una excusa: un bandoneón suelto por ahí, un 2x4 algo entrecortado, una mención aleatoria en la letra… Pero con el paso del tiempo Adriano Celentano se encamina a convertirse en mito, y tenerlo en este conteo es un lujo para quienes añoran la época de oro del Festival de San Remo de los años ’60. Como bonus, un video bien de guapo, y una reivindicación mejor tarde que nunca: León Gieco tomó “prestado” el título de este pseudo tango para su disco “Por favor, perdón y gracias” y nunca reconoció al italiano por la inspiración. Valga entonces el doble reconocimiento.
   
  14. Grace Jones: "I've Seen That Face Before (Libertango)"
(Francia, 1981)

De las innumerables versiones de esta genial composición de Piazzolla, la de Grace Jones es inolvidable por ser a la vez arriesgada, exitosa y vanguardista. En clave pop ochentosa, con un videoclip futurista y cantando en inglés y francés, la enigmática Grace popularizó este tango en todo el mundo. Y hasta se dice que el propio Ástor estuvo conforme con la versión.
   
  13. Al Di Meola: “Di Meola Plays Piazzolla” (Estados Unidos, 1996)
De la ubicua influencia de Piazzolla no podía escapar tampoco el jazz moderno, y el músico que quedó más atrapado en su fantástico mundo fue el talentoso guitarrista Al Di Meola, que en 1996 grabó en este álbum con 9 tangos de Ástor. Con el virtuosismo de los grandes instrumentistas del jazz contemporáneo y el sentimiento tanguero a flor de piel.
   
  12. Mehtap Meral: “Son Tango”
(Turquía, 2011)

La última moda de tango electrónico mutó en una variante pop al llegar a Turquía. A veces demasiado comercial, orientado al público extranjero que llega a la puerta de Oriente en busca de sonidos y sensaciones exóticas; suma puntos por lejanía, dificultad idiomática y por aportar composiciones originales. En esta nueva corriente tanguera otomana, aparece a la bella morocha del arrabal de Estambul Mehtap Meral, que en 2011 se animó a un disco completo de tangos nuevos y en lengua vernácula, titulado “Aşk”.
   
  11. Tonino Carotone: “De vuelta por Buenos Aires” (España, 2009)
Nada más porteño que un español haciéndose pasar por italiano. Desde siempre Tonino Carotone fue de lo más argentino que tiene para ofrecer el mundo fuera de nuestras fronteras, y en su disco “Ciao Mortali” le puso su sello compositivo a esa argentinidad intrínseca con un este tangazo en el cual relata sus andanzas por Buenos Aires. A su ya de por si bizarro idiolecto cocoliche incorpora ahora el lunfardo, y hace propios vocablos como “mina”, “quilombo”, “parrillada”, y cierra con un genial “andáte, boludo”. Aplausos de pie.
   
  10. Sevval Sam: "Cok agladim"
(Turquía, 2013)

Volvemos a Turquía y su tango pop contemporáneo, esta vez con la cantante Sevval Sam, que decora un viejo tango turco de los años '50 con arreglos modernos de la mano de Sandy Lopičić , uno de los grandes compositores y productores de música balcánica contemporánea, que suma en los arreglos a Boris Mihaljcic (violín) y Christian Bakanic (acordeón).
   
 

9. Martin Lubenov: “Latino Tschuss” (Bulgaria, 2005)
Donde haya un acordeón sonando por los balkanes, algún tango perdido vamos a encontrar. Y así llegamos al búlgaro Martin Lubenov, uno de los grandes innovadores de este instrumento en el siglo XXI, que lleva al apasionante folklore gitano de su país por los terrenos del jazz, y también se arriesga a darle al tango aires salseros. Arriesgado y de excelente resultado.

   
  8. El Gran Combo de Puerto Rico: “Tangos” (Puerto Rico, 1968)
La banda número de Puerto Rico dedicándole un disco completo a reinventar la música argentina al ritmo de salsa. Algunas de estas versiones ya son obligatorias en todo compilado de grandes éxitos de la banda, como las dos composiciones de Homero Manzi “Milonga del 900” y “Milonga sentimental”. También homenajean a la legendaria dupla Gardel – Le Pera con “Volvió una noche” (Gardel, Le Pera) y “Por una cabeza”; e incluyen también tangos como “En un beso la vida” (Di Sarli, Marcó), “Amargura” (Gardel), “Una canción” (Troilo, Castillo), “Visión” (López, Hoyos), y “Sin ella” (Cátulo Castillo).
   
  7. Sandy Lopičić Orkestar: “Balkea” (Bosnia - Serbia, 2004)
Los Balcanes y el tango parecen llevarse más que bien. Será que nadie tiene que explicar por aquellas tierras lo que es la nostalgia o el sufrimiento, o por los lazos culturales dibujados por la diáspora de la ex Yugoslavia en Argentina; pero la afinidad es tal que merecen un lugar destacado en esta lista. Por eso entran en el podio con la Sandy Lopičić Orkestar, que sorprendió en 2004 abriendo el CD continuación de su exitoso “Border Confusion” con un tanguerísimo ritmo de 2x4 sobre el cual se montan fanfarrias y arreglos del folklore balcánico. Escrito e interpretado por la serbia Irina Karamarković, la SLO eligió este tango por su irónica letra, que parodia el “balcanismo” de moda y lo que los oyentes podrían esperar de su nuevo CD.
   
  6. Olavi Virta: “Punaiset lehdet” (Finlandia, 1962)
Créase o no, el tango viajó hasta las remotas latitudes escandinavas de Finlandia ya en la década de 1930, para instalarse definitivamente como una de las principales músicas populares de aquel país. Incorporado como propio, el tango se fusionó con el folklore campesino finés, y a los temas clásicos como el amor, la tristeza y la nostalgia se le sumaron tópicos referentes a la gélida naturaleza circundante y a lo poco amigable que se torna el clima en la vida de campo. Tal es el arraigo del 2x4 en Finlandia que sus habitantes se consideran segundos en importancia luego de Buenos Aires, y el festival anual Tangomarkkinat (festival de tango) de la ciudad de Seinäjoki es su principal argumento. La cantidad y variedad de intérpretes merecería una nota propia. Por lo pronto, seleccionamos como muestra gratis a Olavi Virta y su “Punaiset lehdet”, a puro arrabal congelado.
   
5. Cracow Klezmer Band: “Yesod” (Polonia, 2005)
Una cosa es interpretar un tango argentino. Más complicado aún para los extranjeros es componerlo. Pero este cuarteto polaco fundado por el acordeonista y compositor Jaroslaw Bester va aún más lejos: encararon una verdadera revolución en la música klezmer, al punto de ser comparados con lo que el mismísimo Ástor Piazzolla aportó a la renovación del tango. En 2005 encararon un ambicioso proyecto de fusión avant garde, interpretando composiciones del monstruoso John Zorn, uno de los más grandes compositores de la vanguardia neoyorquina, en clave klezmer. La deuda con el gran Ástor se aprecia, por ejemplo, en temas como “Galgalim” (de peligroso coqueteo con la atonalidad) y “Yesod”, con evidente sabor piazzollístico.
   
  4. Leonid Utiosov: “Utomlionnoe soltsie” (Rusia)
Galardonado como "El Artista del Pueblo" de la Unión Soviética en 1965, este famoso cantante de jazz y actor ruso también se animó a un par de tangos, como este que le canta al "sol cansado que se despedía con el mar".
   
 

3. Adam Aston: “To płacze serce” (Polonia, 1933)
El tango y Polonia tienen una larga y compleja relación, un parentesco difícil de comprender a primera vista, pero que convence y seduce al instante cuando se hace escuchar. Y desde los profundos años ’30 de la Polonia de entreguerras, con ruido a púa y mucho arrabal báltico, aparece quejumbrosa la voz de Adam Aston con un repertorio de tangos que todavía merece ser redescubierto.

   
2. Boris Kovač: “The Last Balkan Tango” (Serbia, 2001)
En su obra más emblemática, el saxofonista y compositor serbio Boris Kovač le pone música de tango al trágico proceso de disgregación de la ex Yugoslavia, inspirado por los bombardeos de la OTAN sobre Serbia durante la guerra de Kosovo de 1999, que el compositor vivió desde el exilio. Sin caer en imitaciones, la obra de Kovač encuentra en las grietas y márgenes del tango puntos de apoyo para trazar una genealogía en común entre los nostálgicos sonidos rioplatenses y el no menos emotivo folklore del sur eslavo.
   
  1. Orquesta Típica Sakamoto: “En esta tarde gris” (Japón, años 60)
Un halo de misterio rodea a esta orquesta típica que a puro bandoneón y kimono nos ofrece esta genial versión del clásico "En esta tarde gris" que haría sentir orgulloso al mismísimo Julio Sosa. Aunque en este ranking se prioricen composiciones originales, la perfecta dicción y actitud arrabalera del vocalista, más el gesto de los dedos de su mano derecha a lo Bruce Lee para marcar énfasis y el calzado hacia el final del video le garantizan el primer puesto casi de manera vitalicia.

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